Un rincón de reflexión


Compartimos una ilustración llamada Gestación, de Ana Heras, de INCLUIR, que representa la ensoñación creativa que hace falta para empujar algo nuevo.

También, la reflexión que Daniela Camozzi, de No Tan Distintas, escribió para el Espacio a fines de 2013:

El año pasado, en nuestro último plenario, recuerdo haber dicho algo sobre ser personas ordinarias que, juntas, podíamos lograr cosas extraordinarias.

Este año, después de tanta lucha y tantos logros, aun ante lo que resta hacer, ante las dificultades que presenta una sociedad cristalizada, ritualizada, sigo pensado así.

Y pienso, también, en cómo somos estas personas que van juntas, en las singularidades que, cuando es necesario, le dan fuerza al conjunto. Singularidad en la pluralidad, una pluralidad que nos permite reconocernos como compañeros y ayudarnos unos a otros a seguir, amorosamente.

Sin ninguna sorpresa, llego al amor. Un amor que, para ser auténticamente tal, no puede ser ordinario. Amor por lo que hacemos, amor entre nosotros, por nuestros compañeros singulares de vida y por los de la lucha. Sosteniéndonos todos, llevando de la mano al que está más cansado, descansando en el otro cuando hace falta un respiro.

Ese amor extraordinario que podemos sentir las personas ordinarias al entrar en comunión profunda con nuestro propio ser y con el ser del otro.